Claude-Henri de Rouvroy, Conde de
Saint-Simon, nació en París el 17 de octubre de 1760. Filósofo y teórico social
francés, que puede incluirse entre los filósofos del socialismo utópico. Sus
ideas fueron a parar a la democracia socialista europea de finales del siglo
XIX. El conde de Saint-Simon es el prototipo del espíritu ilustrado creativo y
visionario. Puede considerarse como el primer teórico de la sociedad
industrial, lo que causó que algunos le atribuyeran el título de fundador del
socialismo francés, incluso de iniciador del Socialismo. Escribió una obra
voluminosa, centrada en la economía.
Luchó a favor de la Independencia
de los Estados Unidos y pasó por diferentes niveles económicos a pesar de ser
aristócrata. Su contexto social es el de la revolución francesa, la revolución
estadounidense y la primera industrialización. Recibió influencias de la
ilustración y el romanticismo. Estuvo relacionado con Augusto Comte, padre de
la sociología. Por un largo tiempo trabajó con este, pues Saint-Simon lo
contrató como secretario, junto al historiador Agustín Thierry; al parecer, la
teoría de los tres estadios de Comte, surgió de aquella colaboración.
Es el autor más influyente sobre
los primeros socialistas, así como también pesó en los románticos, en la
sociología de Augusto Comte, en John Stuart Mill e incluso en Luis Napoleón.
También su eco llegará hasta Marx, pues este compartirá el optimismo científico
y la fe en la tecnología.
Saint-Simon era un intelectual
plenamente inmerso en el ambiente de su época, que vivió intensamente. Ya desde
joven tenía consciencia de que llegaría a realizar grandes tareas en ayuda de
la humanidad. Así desde los quince años ordenó a sus ayudantes de cámara, que
lo despertaran diciéndole: «Levántese, señor conde, tiene usted grandes cosas
que hacer». Engels llegó a decir que fue, junto con Hegel, la mente más enciclopédica
de su época y que casi todas las ideas del socialismo posterior estaban
contenidas en su obra. También el positivismo está en sus escritos, pero aunque
la necesidad del estudio científico de la sociedad, de la política y de la
moral, fue proclamada a todos los vientos por Saint-Simon, sus propios escritos
estuvieron totalmente alejados de la búsqueda científica tal y como ahora la
entendemos.
Precursor de la «fisiología
social», también llamada «física social», rebautizada por Auguste Comte como
sociología. Industrialista utópico, vivió en la riqueza y en la más absoluta de
las pobrezas. En su opinión, los industriales, frente a los juristas y
metafísicos deberán ser los encargados de terminar realmente la Revolución
francesa, garantizando así la prosperidad de la agricultura, comercio e
industria, en definitiva, de toda Francia.
En cuanto al positivismo, todavía
embrionario en aquella época, atraía a quienes respetaban el método científico
y buscaban una manera de promover el cambio social dentro del orden. Esto
evitaría conflictos y la movilización de aliados incontrolables, reduciendo al
mismo tiempo el contragolpe restauracionista.
Algunas de sus obras más
importantes son La industria, El sistema (1823). Es uno de los primeros en
estudiar la industrialización. La ve positivamente (abundancia) y cree que
puede traer un nuevo modelo social. Debe existir la propiedad privada, pero
solo si esta es merecida; por eso defiende la abolición del derecho a la
herencia. Se muestra contrario a los comerciantes. Para Saint-Simon hay dos
clases de individuos, los productores (trabajadores, empresarios...) y los
no-productores (comerciantes, gandules...). La industrialización es buena, pero
se debe reorganizar la sociedad y la función del Estado sería la de facilitar
esta transformación. Los trabajadores tendrían que pasar a cobrar según su
productividad.
El gran objetivo que se propuso
fue reorganizar la sociedad sobre las bases de la ciencia y la industria, para
alcanzar una sociedad sin clases por el camino de una renovación
ético-religiosa. Asimismo destaca su libro El Nuevo Cristianismo (1825). Murió
en París el 19 de mayo de 1825 a la edad de 64 años.