¿Existen los muertos vivientes? Para comprender
el "Vudú" primero es preciso comprender la cultura que lo creo: La
palabra vudú viene del dialecto Yoruba que significa "misterio". Esta
religión proviene de África del Oeste de donde fue llevada a Haití por los
esclavos. Ya en la isla se mezcla con el cristianismo francés y se crea el
vudú. Esta creencia se encuentra basada en la adoración de "loas" o
"espíritus"; muchos de ellos resultado de una mezcla con los santos
cristianos. Dentro de esta religión existen los "Bokor" quienes están
en comunicación con los "loas". Estos Bokores son quienes tienen el
"poder" de convertir a una persona en zombi.
Haití es el país
más pobre de América, continuamente subyugado a tiranías, colonialismos y
fuertes intereses políticos, su crecimiento tanto cultural como económico se ha
visto retrasado desde 1804. Fecha en la que la rebelión de los esclavos acabó
con el colonialismo de Francia convirtiendo a Haití el primer país que abolió
la esclavitud. La leyenda dice que los esclavos hicieron un pacto con el Diablo
para conseguir su independencia y de este modo Haití se convirtió en el primer
país consagrado al Diablo. La creencia en la magia en ese país es tal que
existen párrafos en su legislación que hablan de las penas que se deberán
imponer a las personas que por ejemplo "zombifiquen" a alguien.
¿QUÉ SON LOS ZOMBIS?
Los
anteriormente citados "Bokor" son la mano maléfica de la magia
haitiana, según cuentan tiene el poder de crear zombis, el proceso sería el
siguiente:
Por medio de la
ingestión de un determinado polvo que suelen mezclar con la bebida, el afectado
pierde sus constantes vitales, la muerte parece perfecta pues su estado de
catalepsia es absoluto, en un país en el que los servicios médicos son
insuficientes una muerte inexplicada no es asunto de médicos forenses. Esto
unido al hecho de las altas temperaturas que hay en ese país hace que por norma
general un cadáver sea enterrado en las 24 horas siguientes a su fallecimiento,
esto aumenta mucho las posibilidades de enterrar a alguien "vivo".
Pasadas 48 horas
el efecto de las drogas que el "fallecido" ingirió dejan de tener
efecto, por lo cual el zombificado recupera sus constantes vitales, es en ese
momento cuando el brujo "Bokor" le desentierra, una vez desenterrado
el zombi es alimentado con una pasta de atropina y escopolamina, que son
disociadores alucinógenos que impactan sobre los neurotransmisores y las
endomorfinas del cerebro. De este modo se aseguran que aunque su cuerpo sigue
vivo su mente nunca vuelva a una consciencia absoluta.
Se podría decir
que se resucita el cuerpo pero no su alma, los daños cerebrales son tan fuertes
que el afectado no tendrá voluntad propia, se limitará a seguir las ordenes que
le de su Bokor. Su función a partir de ahora será la de servir como esclavo y
su destino casi seguro será alguna plantación de caña de azúcar. El estado de
zombi resulta evidente, según afirman presuntos testigos, sobre todo en la
mirada: "La cara era inexpresiva y la mirada fija. Los párpados eran
blancos, como si los hubieran quemado al ácido" (Hurston, 1939); "la
cosa más horrible era la mirada, o mejor dicho, la ausencia de mirada. Los ojos
estaban muertos, como ciegos, carentes de expresión" (Seabrook, 1971).
EL MISTERIO DEL POLVO ZOMBI
Si bien es
cierto que es necesaria la cultura vudú para lograr un buen zombi, igualmente
es cierto que en Haití el antropólogo Roland Littlewood y el doctor Chavannes
Douyon de la Policlínica en Puerto Príncipe han concluido que muchos de los
denominados zombis son individuos con desordenes psiquiátricos o con daño
cerebral. Quizás la siguiente pregunta podría ser: ¿alguien les provocó ese daño?
¿Fue al nacer acaso? Según esa investigación, este tipo de daño pudo ser
producido por epilepsia, falta de oxigenación en el cerebro o trastornos
causados por alcohol durante la etapa fetal.
Pero hay otro
investigador llamado Wade Davis quien viajó a Haití y logró conseguir muestras
del polvo utilizado por los Bokores para realizar la zombificación. Este polvo
fue posteriormente analizado y se encontraron varios tipos de neurotóxicos como
tetradotoxina, datura metel, datura stramonium y ducuna pruriens.
El primero de
ellos, la tetradotoxina, es encontrada en el hígado de algunas especies de pez
globo. Este químico es un potente bloqueador de la actividad nerviosa y
administrado en muy pequeñas dosis puede provocar un estado de catalepsia: una
muerte simulada. Por desgracia, el efecto solo es sobre los estímulos
nerviosos, y la víctima está en todo momento consciente de lo que sucede a su
alrededor. Y sí, la persona ve como es enterrada viva.
Los otros dos
componentes (datura metel y datura stramonium) son plantas que tienen un efecto
alucinógeno además de provocar amnesia en el individuo. Por último la Mucuna
pruriens es un planta con componentes psicomiméticos y que pueden tener actividad
alucinógena. Y por si no fuera poco, una vez desenterrado el prospecto de zombi
éste es alimentado con una pasta de atropina y escopolamina, que son
disociadores alucinógenos que impactan sobre los neurotransmisores y las
endomorfinas del cerebro. Como pueden ver, este polvo se encuentra muy bien
diseñado para causar un daño no solo en el cerebro sino también psicológico.