El altar de muertos, también conocido como ofrenda del día de
muertos, consiste en instalar altares domésticos en honor de los muertos de la
familia donde se ofrece como ofrenda de alimentos, velas, flores y objetos de
uso cotidiano del difunto. El altar de muertos es un elemento fundamental en la
celebración del Día de Muertos. La representación de los altares de muertos ha
cambiado a través de los siglos desde la introducción de la religión católica
en el México prehispánico, esto debido a que se han incluido elementos
simbólicos que no pertenecen a las culturas mesoamericanas, como imágenes
religiosas católicas.
La estipulación de la festividad religiosa del Día de Todos
los Santos se conjuga con el Día de Muertos. En tiempos de la Conquista de
México se intentó convertir al catolicismo a los pobladores de Mesoamérica. La
tradición "se resistió a morir" y poco a poco se le fueron incluyendo
elementos de las culturas europeas. Tanto como altares, al igual que las
ofrendas son nuestra muestra de cariño hacia los muertos mejor conocidos como
seres del más allá.
Los niveles en el altar de muertos representan la
cosmovisión, regularmente representando el mundo material y el inmaterial o los
cuatro elementos, en cada uno de ellos se colocan diferentes objetos simbólicos
para la cultura, religión o la persona a la que se le dedica el altar.
Altares de dos niveles: Son una representación de la
división del cielo y la tierra representando los frutos de la tierra y las
bondades de los cielos como la lluvia.
Altares de tres
niveles: Representan
el cielo, la tierra y el inframundo. Debido a la introducción de ideologías de
las religiones europeas, ha cambiado su significado a dos posibles, pudiendo
representar la tierra, el purgatorio y el reino de los cielos, o bien, los
elementos de la Santísima Trinidad según la tradición católica.
Altares de siete
niveles: Son el tipo
de altar más convencional, representan los siete niveles que debe atravesar el
alma para poder llegar al descanso o paz espiritual. Según la práctica otomí,
los siete escalones representan los siete pecados capitales. Se asocia el
número siete con el número de destinos que, según la cultura azteca, existían
para los diferentes tipos de muerte.
TIPOS DE OFRENDAS Y
SIGNIFICADO
Aromas: En su forma más tradicional, se
incluyen diversos elementos aromáticos que simbolizan la purificación del alma,
así como diversas especies de hierbas de olor, las cuales también representan
los frutos de la tierra. Su origen simbólico se concentra en el aroma
embelesante, capaz de guiar o atraer a los difuntos a su ofrenda.
Diversas versiones del altar tradicional incluyen la infusión
de hierbas de olor como el laurel, tomillo, mejorana, romero y manzanilla, que
se ponen a hervir en una olla tapada por una penca de nopal perforada. La
infusión de estas hierbas producirá un olor atractivo que se colará a través de
las perforaciones del nopal y guiará a las almas a la tierra.
La resina del copal es un elemento frecuente en la
representación de altares de muertos por su capacidad natural de producir un
aroma distintivo. Tiene diferentes significados en las diversas regiones y
culturas de América, solía utilizarse en rituales de atracción de la lluvia y
ceremonias de purificación del alma de los vivos, de ahí su relación en la
utilización en el día de muertos. El incienso es un elemento menos frecuente en
los altares por ser de origen oriental, aunque también se le atribuye la
propiedad de guiar o atraer a los muertos al igual que las infusiones de hierbas.
Papel picado: Los aztecas utilizaban papel amate,
un tipo de fibra hecha de la corteza de árboles, para representar el viento en
los altares; posteriormente tras el mestizaje esta fibra fue reemplazada con el
papel actual. En aquellos papeles amate se pintaban diferentes deidades y
debido a su versatilidad podía ser teñido de diferentes colores disponibles
para la época; como ejemplo notable se encuentran los códices y jeroglíficos
que relataban eventos trascendentes dentro de diferentes culturas mesoamericanas.
Con la influencia española aparecieron diferentes tipos de papel, colores y
patrones.
El color amarillo y el color morado empleados en el papel
picado o las cadenas de papel representan respectivamente pureza y duelo. El
papel picado comercial regularmente incluye variedad de colores y diseños
basados en las caricaturas de José Guadalupe Posada, aunque también se utiliza
con otro tipo de motivos y diseños para otras fiestas de la cultura popular
mexicana como la celebración del inicio de la batalla de independencia de
México.
Representación del
fuego: Como
representación del elemento fuego suelen añadirse velas, veladoras y cirios,
por su fácil manejo y su relación con los símbolos religiosos. En su versión
menos frecuente pueden añadirse antorchas y fogatas controladas que representan
la guía para el alma, incluso la luz en su camino de vuelta al mundo de los
muertos. Se colocan cuatro cirios para representar una cruz y los cuatro puntos
cardinales.
Representación del
agua: El agua tiene
múltiples significados, el principal, se utiliza para calmar la sed del
espíritu. Se colocan diferentes objetos que representan el agua como un vaso
lleno de ésta, el cual el difunto utilizará para aliviar su sed. Además se
colocan diferentes objetos de tocador y aseo personal para el difunto.
Los mayas tenían la creencia de que los cenotes, que ellos
consideraban sagrados, eran una puerta al inframundo. En muchas
representaciones de altares suele colocarse una vajilla con agua, simbolizando
un cenote y la entrada al inframundo.
Representación de la
tierra: En la
representación de la tierra se debe incluir diversas semillas, frutos, especias
y otras bondades de la naturaleza. Se utilizan diferentes semillas como el maíz
y el cacao para formar patrones en el suelo. En la actualidad se utiliza
aserrín pintado de diferentes colores. En una idea moderna, la representación
de la tierra se relaciona con el principio de la ideología cristiana:
"Polvo eres, y en polvo te convertirás" (Génesis 3,19).
Flores: Las flores fungen como ornato en
todo altar y sepulcro. La flor de cempasúchil, la nube y el amaranto o moco de
pavo son las especies más utilizadas para el adorno de un altar. Las flores de
aves de paraíso y los tulipanes también combinan con el papel morado.
Calaveras: Las calaveras son dulces que
representan alusiones a la muerte pueden ser de azúcar, chocolate o amaranto.
También representa que la muerte puede ser dulce y no amarga. Son coloridas
calaveras de azúcar, barro, chocolate o yeso con adornos y patrones en ellas,
gustan por su rico sabor y olor. También son una burla hacia la muerte y se les
escribe en la frente el nombre del comprador o de una persona viva.
Comida: La comida, según la tradición, debe
ser del agrado del fallecido. Debido a la dieta del mexicano promedio, es
frecuente ver la cocina criolla nacional como mole, pozole, tacos, tamales
etc., presente en muchos altares. Se deben incluir diferentes frutos de
temporada como la calabaza, el tejocote y jícama, naranja, y por supuesto,
alimentos hechos de maíz.
El pan de muerto es un tipo de pan dulce que se coloca como
ofrenda hacia los muertos. Tiene un par de tiras sobre la corteza que
representan un par de huesos y ajonjolí que representa las lágrimas de las
almas que no pueden descansar en paz.
Bebidas alcohólicas: Algunos altares contienen bebidas
alcohólicas como tequila, rompope y pulque servidos en recipientes de barro,
utilizados para mantener el tradicionalismo. Puede incluirse cualquier otra
bebida que le haya gustado al difunto.
Objetos personales: En los altares se utilizan prendas
de vestir del ya fallecido, objetos representativos del oficio al que se
dedicaba o sus objetos preferidos. En el caso de los menores suele colocárseles
juguetes y dulces. Y se puede poner también algunas de sus canciones favoritas
ya sea en música o en el disco.
Adornos: Infinidad de adornos alusivos a la
muerte han surgido del arte popular mexicano y se han agregado al altar de
muertos. Figuras con cuadros de entierros, velorios o cementerios, o representando
escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes realizados en
figuras de alfeñique, cartonería, madera, barro o yeso, son típicos de la
fecha, así mismo como hermosos arreglos frutales o florales.
También en muchos altares se incluyen cadenas elaboradas con
papel crepé, de color morado y amarillo, un eslabón de cada color, alternados.
El morado representa la muerte y el amarillo la vida, por lo que con este
adorno queda representada la delgada línea existente entre la vida y la muerte.