El horóscopo, y la carta natal, en astrología, son métodos de
predicción no demostrada basados en la posición de los astros en el momento del
nacimiento. No existe ninguna prueba o estudio científico que apoye la validez
de las predicciones obtenidas mediante cualquiera de las diferentes versiones
de esta práctica. Algunas personas sostienen que la creencia en la efectividad
del horóscopo se ve potenciada por un fenómeno psicológico normal (basado en la
búsqueda automática de patrones por parte del cerebro) en las personas, por el
que se recuerdan fácilmente las coincidencias y se olvidan las faltas de
coincidencia.
La vaguedad unida a la alta probabilidad de las supuestas
predicciones permiten un índice de aciertos bajo, pero lo suficientemente alto
para que funcione el mecanismo psicológico descrito. Muchas culturas utilizaron
formas de predicción similares basándose en sus propios calendarios en relación
directa con los astros. La civilización Maya, por ejemplo.
El horóscopo es una representación gráfica de las posiciones
planetarias en un momento especial; que normalmente es el de nacimiento de una
persona, aunque también puede ser el momento en el que se inicia un proyecto
empresarial, se tiene una idea especial, se realiza un trato, se realiza una
boda, comienza un viaje, etc. Esta representación de un horóscopo utiliza
cálculos matemáticos y astronómicos que deberían ser idénticos
independientemente de quien lo haga, siempre que se le faciliten los mismos
datos iniciales. La interpretación que se haga de ese horóscopo desde el punto
de vista de la astrología pasa a ser una labor subjetiva, cuyas normas de
interpretación varían dependiendo de la experiencia del astrólogo y de su
formación como tal.
Para realizar un horóscopo es necesario conocer la fecha, la
hora y el lugar de nacimiento. Las posiciones planetarias y de los demás
cuerpos celestes se consideran desde una visión geocéntrica. En el horóscopo se
representan la posición de los planetas, pero también las posiciones
resultantes de hacer una división de la franja zodiacal en 12 partes, que es lo
que se denominan las "casas astrológicas". La primera de esas 12
casas astrológicas comienza por lo que se denomina el "Ascendente".
En el horóscopo se representan los planetas astrológicos, que incluyen todos
los Astros del Sistema Solar, la Luna y el Sol incluidos. La razón de ello es
que esos cuerpos celestes, que no son planetas desde el punto de vista de la
astronomía, son llamados astros en la astrología el Sol y la Luna sin embargo
son llamados luminarias.
El horóscopo se suele representar como un círculo dividido en
12 partes y compuesto primero de la división zodiacal. La segunda de las
divisiones se corresponde con las "casas astrológicas", que raramente
tienen 30 grados exactos y que dependen del espacio geográfico en el que se
calcula el horóscopo. Así, si 2 personas nacen en el mismo momento, pero una en
Australia y otra en Inglaterra, sus respectivos horóscopos serán iguales en
cuanto a posiciones planetarias, pero muy diferentes en cuanto a las casas
astrológicas; y eso determinaría una interpretación astrológica muy diferente
en ambos casos.
Las divisiones del círculo por "casas" y por
"signos" son independientes, de forma que el comienzo de las
"casas" puede coincidir con cualquier posición en la división por
"signos". Los planetas astrológicos se distribuyen por el círculo
según su posición en el cielo en el momento en el que se calcula el horóscopo.
En ocasiones, están muy agrupados, en otras están más o menos dispersos.
También se suelen representar en el horóscopo los
"aspectos", que son una selección de algunas de las distancias
angulares entre los planetas y/o puntos sensibles, como podría ser el
ascendente. De esta manera, si la posición de Saturno y la del Sol están separados
por 120 grados, se diría que forman el aspecto llamado Trígono. Si su
separación fuera de 180 grados, formarían un aspecto de Oposición, etc.
Teniendo en cuenta las posibles posiciones de los planetas en las
"casas" y los "signos y sus aspectos", se dan muchísimas
combinaciones que determinan diferencias en el momento de interpretar
astrológicamente un horóscopo.