René Descartes, también llamado
Renatus Cartesius, fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado
como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno
de los nombres más destacados de la revolución científica. Descartes nace el 31
de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, hoy llamada Descartes en
su honor, después de abandonar su madre la ciudad de Rennes, donde se había
declarado una epidemia de peste. Pertenecía a una familia de la baja nobleza,
siendo su padre, Joachim Descartes, Consejero en el Parlamento de Bretaña.
Era el tercero de los
descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes,
y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de
Nantes. Formuló el célebre principio cogito ergo sum "pienso, luego existo",
elemento esencial del racionalismo occidental. Escribió una parte de sus obras
en latín, que era la lengua internacional del conocimiento y la otra en
francés.
En física está considerado como
el creador del mecanicismo, y en matemática, de la geometría analítica. Se lo
asocia con los ejes cartesianos en geometría, con la iatromecánica y la
fisiología mecanicista en medicina, con el principio de inercia en física, con
el dualismo filosófico mente/cuerpo y el dualismo metafísico materia/espíritu.
No obstante parte de sus teorías han sido rebatidas -teoría del animal-máquina-
o incluso abandonadas -teoría de los vórtices-. Su pensamiento pudo aproximarse
a la pintura de Poussin por su estilo claro y ordenado.
Su método filosófico y
científico, que expone en Reglas para la dirección de la mente (1628) y más
explícitamente en su Discurso del método (1637), establece una clara ruptura
con la escolástica que se enseñaba en las universidades. Está caracterizado por
su simplicidad —en su Discurso del método únicamente propone cuatro normas— y
pretende romper con los interminables razonamientos escolásticos. Toma como
modelo el método matemático, en un intento de acabar con el silogismo
aristotélico empleado durante toda la Edad Media.
Consciente de las penalidades de
Galileo por su apoyo al copernicanismo, intentó sortear la censura, disimulando
de modo parcial la novedad de las ideas sobre el hombre y el mundo que exponen
sus planteamientos metafísicos, unas ideas que supondrán una revolución para la
filosofía y la teología. La influencia cartesiana estará presente durante todo
el S.XVII: los más importantes pensadores posteriores desarrollaron sistemas
filosóficos basados en el suyo; no obstante, mientras hubo quien asumió sus
teorías -Malebranche o Arnauld- otros las rechazaron -Hobbes, Spinoza, Leibniz
o Pascal-.
Establece un dualismo sustancial
entra alma -res cogitans, el pensamiento- y cuerpo -res extensa, la extensión.
Radicalizó su posición al rechazar considerar al animal, al que concibe como
una «máquina», como un cuerpo desprovisto de alma. Esta teoría será criticada
durante la Ilustración, especialmente por Diderot, Rousseau y Voltaire.
En septiembre de 1649, la Reina
Cristina de Suecia llamó a Descartes a Estocolmo. Allí murió de una neumonía el
11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad. Actualmente se pone en duda si la
causa de su muerte fue la neumonía. En 1980, el historiador y médico alemán
Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la
corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que
describía al detalle su agonía.
Curiosamente, los síntomas
presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía.
Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de
Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a
envenenamiento por arsénico. La carta secreta fue enviada a un antepasado del
escritor, el holandés Willem Pies.
En el año de 1676 se exhumaron
los restos de Descartes; colocados en un ataúd de cobre se trasladaron a París
para ser sepultados en la iglesia de Sainte-Geneviève-du-Mont. Movidos
nuevamente durante el transcurso de la Revolución francesa, los restos fueron
colocados en el Panthéon, la basílica dedicada a los grandes hombres de la
nación francesa. Nuevamente, en 1819, los restos de René Descartes cambiaron de
sitio de reposo y fueron llevados esta vez a la Iglesia de
Saint-Germain-des-Prés, donde se encuentran en la actualidad.
En 1935, se llamó
en su honor a «Descartes», un cráter lunar.