Durante el mes
de febrero del año 1785, en el pueblo llamado Blair (Maryland, Estados Unidos),
unos niños denunciaron que una anciana del lugar, llamada Elly Kedward, los
había engañado para que fuesen a su casa, donde procedió a extraerles sangre.
Los niños denunciaron el hecho en cuanto tuvieron contacto con sus padres, y
ellos hicieron lo propio ante las autoridades del lugar. Ante la evidencia (las
heridas de los niños), los habitantes de Blair reaccionaron con asombrosa
rapidez: De acuerdo con las normas y leyes del lugar, la expulsaron del pueblo,
aunque de una forma muy sádica:
Kedward fue
atada a una pequeña carretilla, y en ella fue empujada hasta los bosques del
lugar, para luego ser abandonada a su suerte en un invierno que fue
especialmente crudo. Los lugareños dieron por hecho que la supuesta bruja
habría muerto de frío, hambre, o de alguna otra forma, por lo que no se
preocuparon demasiado, cometiendo un error fatal. En noviembre de 1786, más de
un año después del abandono de Elly Kedward, la hija del magistrado de Blair
desapareció sin dejar rastros durante la primera noche en que nevó. Una semana
más tarde, sucedió lo mismo con el principal acusador de Kedward.
Pero eso no fue
todo, sino que, para el final del invierno, casi la mitad de los niños del
pueblo habían desaparecido misteriosamente, incluyendo a todos los que
denunciaron a la bruja. Temiendo una maldición, gran parte de los habitantes de
Blair huyeron en cuanto mejoró el tiempo y juraron no volver a pronunciar el
nombre de Elly Kedward.
En noviembre de
1809 se publica el libro titulado El Culto a la Bruja de Blair. Es una historia
de ficción barata en cuanto a calidad, en la que se cuenta la historia de un
pueblo llamado Blair que se encuentra bajo la maldición de una bruja llamada
Elly Kedward. Según el libro, la bruja es cazada y quemada por sus crímenes.
En 1824 se funda
Burkittsville, sobre el antiguo asentamiento de Blair, aunque ninguno de sus
fundadores conocen la antigua historia del lugar. No hubo indicios de brujería
hasta agosto de 1825: una decena de vecinos de Burkittsville aseguran que del
río que cruza la localidad sale una mano de una mujer extremadamente pálida. La
gente comienza a investigar pero la mano desaparece misteriosamente; sin
embargo, nadie puede evitar que Eilleen Treacle, una niña de diez años, se
sumergiera en el río. Nadie jamás volvió a verla, pero desde su desaparición,
el arroyo se vio obstruido por una increíble cantidad de ramas grasientas que
afectaban la potabilidad y pureza del agua. Un lugareño muere al poco tiempo,
pero su defunción se atribuye a la contaminación del río.
Mucho tiempo
después, en marzo de 1886, desaparece una niña de ocho años llamada Ravin
Weaver. Varios equipos de salvamento son enviados a buscarla. Ravin regresa,
pero no sucede lo mismo con uno de los grupos de rescate. Pocas semanas después
los cuerpos de aquel grupo son encontrados en un lugar llamado Coffin Rock. Los
cadáveres estaban atados entre sí en forma pentagonal, y todos habían sido
brutalmente destripados.
Pero no hubo
otro suceso misterioso hasta más de cincuenta años después: siete niños
desaparecen entre noviembre de 1940 y marzo de 1941. Ese mismo mes, un ermitaño
llamado Rustin Parr acude al mercado del pueblo y grita “por fin he terminado“.
Nadie pudo descifrar el significado de estas palabras en el momento, ni
sonsacar más información a Parr, hasta que la policía del lugar es llevada por
él mismo hasta su cabaña, donde Parr aseguraba que entenderían todo.
Después de
cuatro horas de caminata por el bosque (el mismo en el cual había sido
abandonada Elly Kedward) llegan a la cabaña de Parr, descubriendo allí los
cadáveres de los siete niños, colocados en siete tumbas. Tras exhumar los
cuerpos, se descubren símbolos de violencia, y algunos se hallaban destripados,
como si su asesinato hubiese formado parte de un ritual diabólico. Parr es
condenado por el asesinato de los siete niños, aunque éste jamás abandona su
explicación: dice que podía escuchar una voz en su mente, la voz de una
anciana, que lo dirigió en todo momento. Parr es ejecutado en la horca.
La gente del
lugar cuenta que Parr, una vez secuestrados los niños, los llevaba de a dos al
sótano de la cabaña. Allí, colocaba uno en un rincón, porque no podía soportar
sus miradas. Mataba al que estaba junto a él, y luego hacía lo propio con el que
se encontraba en el rincón.
En octubre de
1994, un grupo de cineastas se muestra interesado en esta leyenda urbana,
decidiendo hacer un documental para investigar su veracidad. Sus nombres son
Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams. En su afán por recolectar
la mayor cantidad de información posible, deciden entrevistar a los habitantes
de Burkittsville, entre los cuales se encuentra Mary Brown: una anciana que es
tomada por loca en esa población. Brown asegura que un día, mientras observaba
el cielo recostada en un montón de hojas del bosque, sintió una extraña
presencia junto a ella. Cuenta que pudo ver a una extraña mujer totalmente
cubierta de pelo, resultado de una mezcla entre un humano y una bestia. Brown
asegura que la mujer en cuestión era Elly Kedward, la bruja de Blair.
El 21 de
octubre, los tres cineastas se adentran en el bosque del lugar con el objetivo
de encontrar Coffin Rock, el lugar donde se realizó la extraña masacre de un
grupo de rescate.
Los estudiantes
de cine debían de haber regresado el día 23; sin embargo, llegó el 25 de
octubre, y no hubo ningún rastro de ellos. Las autoridades encuentran el coche
de Joshua Leonard al borde de la carretera. Un día después, los familiares de
los desaparecidos denuncian la situación. La policía del estado de Maryland se
encarga de la búsqueda, acción que es llevada a cabo durante tres días por un
total de cien hombres, aunque no encuentran rastros de ellos.
El 16 de octubre
de 1995, un estudiante de antropología encuentra varios elementos de filmación
que, supieron después de ver las cintas, fueron utilizados por los tres
cineastas para realizar el documental. Las cosas estaban enterradas bajo una
vieja cabaña; la misma en la que habían matado a los siete niños. No hay rastro
de los cuerpos de los estudiantes.
La policía ve
las cintas de filmación y determina que, en efecto, pertenecieron al grupo de
estudiantes de cine. Realizaron una recopilación de algunas escenas de ellas,
que fueron entregadas a los familiares. Sin embargo, la investigación no
avanza, por supuesta falta de pruebas. Un año más tarde se hace público un
segundo fragmento de la filmación, pero la investigación sigue sin avanzar.
Finalmente, el
caso se da por cerrado. Las familias reciben la totalidad de las filmaciones,
pero los cuerpos de Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams jamás
fueron encontrados. (Fuente: BlogHogwarts)