miércoles, 24 de julio de 2019

POLTERGEIST, UNA PELICULA MALDITA

Hacia 1983 conocimos una interesante variante de tema casas embrujadas: “Poltergeist”. Subtitulada para el estreno como: “Juegos Diabólicos”. En algunos países de habla castellana recibió otros subtítulos pintorescos: “Fenómenos Extraños”. Era un buen ejercicio del cine fantástico vinculándose con el terror sobrenatural, conformando una química perfecta para un filme que nos asombró y hasta nos metió algo de miedo. Una sumatoria de excelentes efectos especiales, de música adecuada -mérito del gran Jerry Goldsmith-, buena fotografía, casting actoral correcto, y la dirección de Tobe Hopper, el tejano que paso a la historia en 1974, con su icono “splatter”:

“The Texas Chainsaw Massacre”, y que en su haber tiene otra gema del cine-horror “Carnaval del Terror” (1981). Pero las malas lenguas (o que no lo son tanto…), aseguran que en el filme habría metido mano: Steven Spielberg. Cosa de creer, ya que el prolífico realizador fue co-guionista y director (no acreditado) de algunas buenas escenas. Además existe un antecedente claro de “Poltergeist” en su carrera; el telefilme “Something Evil” (“la Fuerza del Mal”, 1972) con Sandy Dennis y Darren Mac Gavin, interesante historia- aunque modesta- de “fantasmas y/o fuerzas sobrenaturales que habitan una casa y vuelven locos a toda una familia.”

A esta joyita, hoy prácticamente imposible de ver, ya que no está editada en video ni DVD, y tal vez exista una copia en 16mm enmohecida en algún sótano de productora hollywodense, se la paso bastante a mediados de los años 70’, en esos ciclos de “cine hecho para TV”, tan genuinos de por entonces como “Acción a las 10” o “Antes que en el cine”. En mi caso le debo las gracias a las mágicas trasnoches sabatinas de Canal 8 de Mar del Plata, y su incomparable ciclo “Después de Medianoche”, presentado por un tal Nahuel Villegas, critico que lucía un llamativo peluquín sobre su cabeza.

Sin dudas, cualquier avezado ojo cinéfilo puede ver el claro toque “Spielberiano” en el filme comentado. Es más, como el eje central del argumento es la pequeña niña de la flia., todo parece indicar que está basada en uno de los mejores capítulos de la serie televisiva “The Twiling Zone” , aquel titulado “Little girl lost” (“La pequeña niña perdida”), donde unos padres pierden a su hijita, para luego contactarla dentro de su casa, pero tan solo oyen su voz….ya que está alojada en otra dimensión!


En “Poltergeist”, se da el enfrentamiento entre una familia y unos fenómenos paranormales, que hacen acto de presencia a través del televisor – como si no fuese suficiente con lo que este emite, secuestrando a la nena y llevándosela a algún lugar ubicado en el más allá.

Hay por el medio, una diminuta vidente que estudia la situación (la estupenda Zelda Rubinstein), y también un oscuro pasado con olor a cementerio indio. Por donde se la vea, la película es absolutamente entretenida y recomendable. Y como no podía ser de otra manera, tuvo dos inevitables secuelas: una interesante “Poltergeist II” (1986, Brian Gibson), y una más aburrida: “Poltergeist III” (1988, Gary Sherman), más una serie de TV –bastante apócrifa- en los 90’.

Resumiendo las historias se puede decir:
  • En la primera, los fenómenos acosan a la niña.
  • En la segunda, los fenómenos acosan y atrapan a toda la familia.
  • Y en la tercera, como seguramente los padres (Craig T. Nelson y Jobeth Williams), no arreglaron artística o económicamente, los guionistas mandaron a la nena a vivir con sus tíos (Tom Skerrit y Nancy Allen), a la gran ciudad, donde volvían a la carga, los dichos “poltergeist”.

LA HISTORIA QUE MALDIJO A LA PELÍCULA

A veces la realidad supera holgadamente a la ficción. Uno de los más claros (en verdad: oscurísimos) casos es la supuesta historia de trasfondo de “Poltergeist”, con distintos hechos acaecidos y vinculados a las artistas de la tragedia. Nadie puede decir que la maldición se apodere de apenas un filme, pero demasiadas coincidencias se dan, o dieron aquí. Veamos:

A poco del estreno de la película, en 1982; Dominique Dunne, joven actriz que personificaba la hija adolescente de la familia., fue asesinada brutalmente por su novio, aparentemente a “causa de celos”.

Dominique Dunne
Luego, el imponente actor de origen indio Will Sampson, que había trabajado en “Atrapado sin salida” (1975), y que encarnó a un chamán con poderes curativos en Poltergeist II murió de un cáncer fulminante a penas terminado el rodaje.

Will Sampson
Y eso no es todo. Julian Beck, actor y fundador de la compañía teatral Living theater, que en la segunda parte encarnaba a un maléfico sacerdote, fue hospitalizado al terminar el rodaje en una clínica de Los Ángeles, y se vio atacado por otra misteriosa enfermedad, que originó su deceso semanas después.

Julian Beck
Incluso se pudo comprobar que otros miembros del equipo técnico y artístico, fallecieron a poco de finalizar los últimos rodajes de la saga.

CAROL ANNE Y SU MALDICIÓN

Pero quien felizmente parecía haberse salvado de la ‘maldición’ era la niña actriz Heather O’Rourke, quien encarnaba a Carol Anne, pequeña con voz inocente y rostro angelical que advertía “Ya están aquí” al momento en que los fantasmas aterrorizaban.

Heather O´Rourke
La niña actriz había comenzado su carrera cinematográfica de manera casual. Su hermana mayor grababa en los estudios de MGM y ella, de cinco años, le acompañaba en los descansos. Steven Spielberg, quien escribió el guión de Poltergeist, la vio y la reclutó de inmediato.

Tras varias pruebas de cámara, donde la pequeña no convencía al resto del equipo, casi fue desechada. Pero Spielberg, convencido de lo que veía insistió y tomó a la pequeña y le hizo ver una serie de historias de terror, que hicieron efecto en la pequeña. La presión extrema y la exposición a duras historias hicieron que la pequeña realmente gritara y llorara de horror. Así pasó la prueba, logró consolidarse como un símbolo del filme y participar en las tres entregas.


Recordada y bonita niña de cabellos rubios y ojos azules, que había trabajado en los tres filmes, a poco de finalizar el rodaje de “Poltergeist III”, en 1988, la brillante carrera de la niña se enfrentó de lleno con la maldición... la niña se levantó con fuertes dolores, para luego fallecer en el hospital, con un fatal diagnóstico: estenosis intestinal. Enfermedad tan extraña como repentina. Tenía 12 años. La maldición se cerraba con ella. (Fuente: Taringa)