martes, 15 de mayo de 2018

FENRIR, EL LOBO NORDICO


En la mitología nórdica, Fenrir es un lobo monstruoso. Es el hijo de Loki y se predice para matar al dios Odín durante los eventos del Ragnarök pero es asesinado por el hijo de Odín, Vidar. Fenrir se atestigua en la Edda poética compilada en el siglo XIII antes de las fuentes tradicionales y de la Edda prosaica y Heimskringla, escrita en el siglo XIII por Snorri Sturluson. Tanto en la Edda prosaica y la Edda prosaica, Fenrir es el padre de los lobos Sköll (el lobo del sol)  y de Hati (el lobo de la luna). Representaciones de Fenrir han sido identificadas en distintos objetos, y teorías de estudio han propuesto que Fenrir tiene relación con algún otro can existente en la mitología Nórdica.

Fenrir ha sido inspiración para muchas representaciones, apariciones en literatura, juegos de vídeos entre otros. Al principio sólo era un cachorro, pero conforme se alimentó y empezó a crecer llegó un punto que fue imposible controlarlo. Dos veces fallaron los dioses en su intento por apresarlo: primero con la cadena Leding y después con la todavía más fuerte Droma, de las que se liberó fácilmente.

Los dioses del Asgard pidieron la fabricación de una ligadura irrompible a los enanos. Éstos les fabricaron una cinta liviana, dulce, sedosa y fina, que sin embargo nadie podría romper, pues estaba fabricada con el sonido de la pisada del gato, la barba de la mujer, las raíces de la montaña, los nervios del oso, el soplo de los peces y la saliva del pájaro. La llamaron Gleipnir. Lo encadenaron en la isla Lyngvi, en el lago Ámsvartnir.


Sólo Tyr -el dios con cuernos- se ofreció a realizar la proeza. Para ello, los dioses idearon un juego en el que Fenrir debía dejarse amarrar para probar si podía romper la cinta, algo que ellos no podían. Desconfiado, debido a sus anteriores experiencias, el lobo consintió para no pasar por cobarde, a condición de que uno de ellos pusiera la mano en su boca durante todo el tiempo que durara la prueba. Tyr, entonces, con valentía y sencillez extendió su mano derecha y se la metió en la boca.

Los otros dioses ataron a Fenrir, quien empezó a debatirse cada vez más ferozmente, y los dioses se rieron al ver a su enemigo reducido. Sólo Tyr no se rio pues sabía a lo que estaba expuesto. En efecto, Fenrir al darse cuenta de que le habían tendido una trampa, cerró su boca y le cortó la mano al dios.

La razón de este encadenamiento es que los Ases saben que será causante del fin del mundo. En el Ragnarök, cuando rompa su prisión milenaria y se libere de sus cadenas, el fuego y el agua subterráneas invadirán la Tierra. Matará a Odín y lo matará Vidar.