jueves, 14 de junio de 2018

KRAMPUS

Una buena historia de navidad, sobre la antítesis del gordito bonachón vestido de rojo, y su bolsa cargada de regalos. Los niños del centro y norte de Europa saben que deben llevar una buena conducta porque si no San Nicolás (Santa Claus o Papá Noel en su cultura navideña) no les entregará regalos, y en su lugar aparecerá un demonio que viene con el propósito de llevarse a los niños malcriados a un ardiente mundo subterráneo. Esta es la leyenda del Krampus, el castigador de mocosos desobedientes y con mala conducta en vísperas navideñas. La palabra Krampus proviene del antiguo alemán “krampen”, que significa garra.

En el continente europeo es conocido con muchos nombres, como: Knecht Ruprecht, Klaubauf, Pelzebock, Schmutzli y el común Krampus. Este demonio aparece en la tarde del 5 o 6 de diciembre. Merodea las calles durante dos semanas haciendo sonar campanas y cadenas oxidadas que usa para asustar con su presencia. Su apariencia es representada por una criatura parecida al íncubo, con un rostro diabólico acompañado de una larga lengua roja, con cuernos en la frente y mirada enfermiza. Su cuerpo está cubierto por un oscuro y tupido pelaje, sus patas son similares a las de un fauno.

En muchas imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, donde lleva los niños malos para después llevarlos al infierno. En otras culturas el Krampus también es representado por un viejo con barba cerrada y pelo canoso, su aspecto es el de un ermitaño, con el pelo desaliñado, pero que recuerda más al San Nicolás que premia a los niños buenos.

ORIGEN PAGANO


La existencia de esta criatura era una creencia común en aldeas de los Alpes, en especial por las tierras de Austria y Hungría. Su antigüedad puede rastrearse hasta diez mil años atrás, mucho antes del nacimiento de Jesucristo. La influencia alemana del siglo XIX esparció el mito del Krampus en Croacia, la República Checa, Eslovaquia e incluso llegó hasta el norte de Italia. Las raíces nórdicas de Europa fomentaron la tradición del Krampus. En la edad media de Europa las fiestas navideñas se asemejaban más al día de brujas “Halloween” porque los campesinos se disfrazaban del demonio navideño para salir a pedir bebidas y comida.

La religión católica condenó y exilió esta leyenda por ser un demonio pagano, sin embargo a finales del siglo XX las fiestas de disfraces y eventos sociales revivieron la esencia del Krampus por medio de espectáculos donde las personas se divierten personificándolo y asustando a la gente en divertidas cabalgatas.

LAS DOS CARAS DE LA NAVIDAD

La antítesis siniestra de San Nicolás es el Krampus, ambos hacen presencia el 6 de diciembre, San Nicolás para premiar a los niños buenos con regalos y caramelos y el Krampus para castigar a los niños que San Nicolás no visita. Este malvado personaje atormenta a los niños hasta conseguir que se arrepientan, los que no lo hacen son capturados y llevados en una cesta hasta el Infierno.


En Austria, durante el día de San Nicolás, llamado también la noche de Krampus “Krampusnacht”, muchos adultos vestidos de esta criatura comienzan un antiguo ritual conocido hasta el presente como la "Carrera del Krampus", en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.

Esta popular práctica europea sucede usualmente durante el solsticio de invierno. Lo más importante son las máscaras, las cuales añaden drama para jugar a ser la mítica criatura. Los artesanos y aficionados las elaboran con anticipación y esfuerzo, usando como material principal madera policromada que decoran con símbolos, visten pieles de cordero y cuernos. Portan objetos como cadenas, bengalas para hacer fuego y un cesto para hacer el espectáculo más real.

Hay que resaltar que este disfraz pesa cerca de 40 kilos, sin embargo los Krampus locales no paran de moverse y asustar al público. El final del evento sucede cuando aparece San Nicolás, momento en que los Krampus lanzan sus máscaras al suelo simbolizando el triunfo de la luz sobre la oscuridad. En el folclore croata el Krampus es la representación de los malos espíritus y el campeón de las tinieblas. La relación entre San Nicolás y Krampus es una analogía de la eterna lucha entre el bien y el mal.

EL KRAMPUS MODERNO


En la actualidad la leyenda del Krampus se ha popularizado y jóvenes de muchas regiones de Europa, en especial Austria y Hungría, salen disfrazados para hacer la carrera del Krampus. En este evento los jóvenes caminan por las calles con el atuendo del demonio, asustando a niños, jovencitas y también adultos. En algunas zonas rurales hay Krampus que salen con palos de abedul, instrumento con el que flagelan a niños, y en especial a mujeres adolescentes. Pero como en toda celebración hay altercados con casos de jóvenes vestidos de Krampus que tras haber bebido demasiado han causado disturbios y peleas.

El crecimiento de interés por este personaje se debe en gran parte a la popularidad que San Nicolás adquirió en el siglo XIX. Por ello se crearon postales e imágenes de Krampus, esta publicidad también comenzó en 1800s y su fama llegó al máximo en 1914, al principio de la Primera Guerra Mundial. Las tarjetas del Krampus representaban el lado travieso de la temporada, con connotaciones sexuales por medio de figuras descaradas. Ciertas imágenes tenían aspectos perversos y atemorizantes.