Flavio Aecio o simplemente Aecio
(396 – 454 d. C.), fue un brillante general romano durante el periodo final del
Imperio Occidental. Fue un hábil comandante militar y el hombre más influyente
del Imperio durante dos décadas (433-454), en las que dirigió la defensa del
Imperio contra los ataques de los pueblos bárbaros. Precedido por jefes
militares mediocres y efímeros, Aecio destaca en su cargo por ser capaz de
poner orden a un caótico y tambaleante Imperio de Occidente. Conocido como «el
último de los romanos» será recordado por la histórica Batalla de los Campos
Cataláunicos, en la que aun enfrentándose a un ejército numéricamente superior,
venció.
Y aquí, donde pudo haber acabado
con Atila, lo dejó retirarse a las estepas húngaras, en una clara maniobra
política. Su objetivo era intentar mantener el equilibrio entre hunos y
visigodos, ya que el poderío de estos últimos iba en aumento, pero el tiempo
demostraría que no fue una decisión adecuada. Su asesinato, a manos del
emperador Valentiniano III, en 454, destruiría las esperanzas del imperio a
recuperarse y lo condenaría al fracaso, al no volver a aparecer un líder
político como él hasta el fin del Imperio Romano de Occidente. Al año siguiente
de su muerte, dos antiguos oficiales de Aecio asesinaron al emperador durante
un desfile militar, seguramente a instancias del influyente y rico senador
romano Petronio Máximo, que aspiraba al trono.