Jufu, más conocido como Keops, fue el segundo faraón de la cuarta dinastía, perteneciente al Imperio Antiguo de Egipto, más conocido por construir la gran Pirámide de Guiza, la cual lleva su nombre. Reinó del 2589 al 2566 a. C. En la Lista Real de Abidos y la Lista Real de Saqqara se le denomina Jufu. Fue llamado Jeops por Heródoto, y Sufis por Manetón, Sexto Julio Africano, Eusebio de Cesarea y Jorge Sincelo. El Canon de Turín le asigna 23 años de reinado, aunque su nombre es ilegible. Heródoto comentó que gobernó 50 años. Para Manetón, Sufis reinó 63 años, según el epítome de Julio Africano y la versión de Jorge Sincelo.
Posiblemente, fue hijo del faraón Seneferu y de la reina Hetepheres I. Se casó con Meretites y Henutsen, ambas enterradas en pequeñas pirámides, junto a la Gran Pirámide de Guiza. Parece que el hijo mayor de Keops, Kauab, no vivió para sucederle, y tras la muerte del faraón la familia se dividió en tres linajes, del tercero de los cuales surgió Jafra (Kefrén en griego). Le sucedieron cuatro de sus hijos: Dyedefra, Jafra (Kefrén), Dyedefhor y Baefra, que reinaron uno tras otro a la muerte de su padre.
Parece constatarse que durante el reinado de Jufu la monarquía alcanzó su mayor poder, como puede apreciarse por las disposiciones adoptadas durante su reinado, tendentes hacia la concentración total del poder en torno al faraón. Entre dichas disposiciones destacó el reforzamiento del cargo de chaty, nombrado personalmente por el propio faraón, asegurándose así el control casi absoluto sobre todos los estamentos del primer gran estado absolutista conocido.
LA GRAN PIRÁMIDE DE GUIZA
La Gran pirámide de Guiza es la más antigua de las Siete maravillas del mundo y la única que aún perdura, además de ser la mayor de las pirámides de Egipto. El arquitecto de dicha obra fue Hemiunu. Según Heródoto: Keops mandó construir la Gran Pirámide de Guiza, llegando incluso a prostituir a su propia hija, para así obtener fondos con los que construir su pirámide. En su época todos los templos estaban cerrados al culto y Egipto se encontraba en la mayor indigencia, siendo detestado por los egipcios. Se data su finalización hacia el año 2570 a. C. Su nombre era “El Horizonte luminoso de Jufu”
Situada en las afueras de El Cairo, en Egipto. Fue el edificio más alto hasta el siglo XIV (siendo superado por el chapitel de la Catedral de Lincoln, en Inglaterra) y el edificio de piedra más alto del mundo hasta bien entrado el siglo XIX, siendo entonces superado por la aguja de la iglesia de San Nikolai, en Hamburgo.
Fue construida con unos 2.300.000 bloques de piedra, cuyo peso medio es de dos toneladas y media por bloque, aunque algunos de ellos llegan a pesar hasta sesenta toneladas. Originalmente estaba recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno. Mantuvo este aspecto hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo. Posteriormente, los turcos otomanos utilizaron dicho revestimiento para la construcción de diversas edificaciones en El Cairo.
La pirámide se compone de tres cámaras principales, dos situadas en el interior de la pirámide, actualmente denominadas Cámara del rey y Cámara de la reina, y una en el subsuelo, la Cámara subterránea. A las cámaras se accedía desde el lado norte, por un pasaje descendente, obstruido al final por grandes bloques de granito, que comunicaba con dos pasadizos, uno ascendente, que desemboca en la Gran galería, y otro descendente, que llega hasta la Cámara subterránea. No se ha encontrado la momia del faraón y el texto de Heródoto indica que ordenó la construcción de cámaras subterráneas, en la meseta de Guiza, para que le sirvieran de sepultura.
LA CÁMARA DEL REY
La llamada Cámara del rey está conformada por losas de granito y es de planta rectangular, paredes y techo lisos, sin decoración, y únicamente contiene un sarcófago vacío de granito, sin inscripciones, depositado allí durante la construcción de la pirámide, puesto que es más ancho que los pasadizos; sobre el techo se encuentran las llamadas cámaras de descarga, y la más alta dispone su techo con grandes bloques inclinados, a dos aguas, para desviar la gran presión que ejercen los bloques superiores de la pirámide, evitando que todo el peso descargue sobre el techo de la cámara real. Se accede a ella por un pasaje horizontal llamado antecámara que parte del extremo superior de la Gran galería.
LA CÁMARA DE LA REINA
La denominada Cámara de la reina por los árabes, aunque según Mark Lehner3 y la gran mayoría de los egiptólogos, no se destinó a la esposa del rey sino a una estatua Ka del mismo, está situada casi en el eje de la pirámide. Tiene acceso mediante un pasaje horizontal, que comunica con la zona inferior de la Gran galería, inicialmente oculto por las losas del pavimento. Es de planta rectangular, paredes lisas, sin decoración, con un nicho, y techo inclinado, a dos aguas.
LA CÁMARA SUBTERRÁNEA
La Cámara subterránea, excavada en el subsuelo, es de planta rectangular, con suelo irregular, paredes y techo planos; contiene dos habitáculos, a modo de sarcófagos, un pozo y una pequeña galería. Se accede a ella por un pasaje descendente, prolongación del primer pasaje de la pirámide. También está comunicada con la Gran galería mediante un angosto túnel, casi vertical, perforado en los bloques.
LA GRAN GALERÍA
La Gran galería es un gran pasaje de unos 47 metros de longitud y 8 metros de altura. Las paredes de la Gran galería son verticales desde el suelo hasta una altura de dos metros y, a partir de ahí, escalonadas, conformando una falsa bóveda por aproximación de las hiladas.
LOS CANALES DE VENTILACIÓN
De cada cámara real parten dos angostos conductos inclinados, en las paredes norte y sur, llamados "canales de ventilación", pues ese es su uso actual, ventilar mediante impulsores eléctricos; se desconoce su función original pues los de la Cámara de la reina no comunicaban con el interior en su último tramo, ya que estaban tapados por las grandes losas graníticas del revestimiento de los muros. Los de la Cámara rey fueron descubiertos por R. Howard Vyse, y los de la Cámara de la reina por W. Dixon.
LA BARCA FUNERARIA DE KEOPS
En 1954 se encontró, enterrada en un foso próximo al lado sur de la pirámide, una barca funeraria. Estaba desmontada y se tardaron catorce años en reconstruirla. Se exhibe en una gran sala erigida sobre el foso. Esta barca formaba parte importante del ritual funerario, ya que sería la encargada de llevar a Jufu (Keops) en su viaje a través del más allá. Se tiene conocimiento de otra barca, pero por precaución y para evitar su deterioro no ha sido extraída todavía.
LAS OCHO CARAS DE LA GRAN PIRÁMIDE
Flinders Petrie ya observó, entre otros aspectos morfológicos, que la sección horizontal de la Gran Pirámide tiene forma octogonal, de estrella de cuatro puntas, pues cada una de las caras está compuesta por dos planos, con ligera pendiente hacia el centro, difícilmente apreciable a simple vista por la ausencia casi total del revestimiento, pues solamente se han conservado algunos bloques de piedra caliza, procedentes de las canteras de Tura, en la primera hilada de la cara septentrional.
Esta característica y su orientación hacia el Norte geográfico genera en las caras norte y sur un fenómeno de proyección de sombras durante los equinoccios: hacia el amanecer, durante unos minutos, la mitad oeste de las caras norte y sur es iluminada por los rayos del Sol, mientras la mitad este permanece en sombras; hacia el ocaso ocurre al contrario, quedando iluminada la mitad este de las caras norte y sur, mientras la mitad oeste queda en sombras. Es el denominado efecto relámpago.
LA GRAN PIRÁMIDE COMO SÍMBOLO ACTUAL
La construcción de la gran pirámide y las supuestas relaciones métricas que presenta han sido objeto en los últimos tiempos de numerosas hipótesis, generalmente sin excesivo rigor científico. Una de las más conocidas y esgrimidas por el mundo esotérico es la asociación de la altura original de la pirámide como fracción de la distancia de la Tierra al Sol. Dicha construcción ha sido atribuida a extraterrestres, atlantes, egipcios anteriores a Keops o a otras culturas o civilizaciones desconocidas.
Dichas teorías han tenido repercusión en internet, en revistas, libros y en el mundo del cine, con películas como Stargate o 10.000 a. C, donde se atribuye la construcción a extraterrestres o a una civilización desconocida de hace 10.000 años, respectivamente.