La primera
mención de la existencia de gigantes o “seres distintos” en la Tierra aparece
en la Biblia, en el Viejo Testamento. En el Génesis 6, versículos 1 y 2,
podemos leer: “cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y
habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres
eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”. Los
Nephilim (en hebreo gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en
la Tierra por aquel tiempo: “Por entonces y también en épocas posteriores,
cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas
tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes.
Éstos son los
esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”. Según Zecharia
Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente
“aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”. “Los traductores de la Biblia
–explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras
partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que
el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de
aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nephilim que también
eran Anakim, deberían ser gigantes”.
“Hubo una batalla
más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en
cada mano y en cada pie, veinticuatro en todo, que descendía también de Rafa”.
Para la Biblia, la raza de los gigantes desapareció con el diluvio pero, al
parecer, uno de ellos se salvó. La leyenda nos cuenta que, al no caber en el
Arca de Noé, se montó a horcajadas sobre ella. El gigante era tan grande que su
cama medía unos 3,90 metros de largo por 1,80 de anchura. (Deuteronomio 3, 11).
En el planeta
habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de
extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África...
algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino
también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal
envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo
menos, ¡tres metros! Pero veamos algunos ejemplos.
En una gruta de
Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron
esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis
dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el
gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El
primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con
seis dedos en sus extremidades.
*En Chenini
(Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían
más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al
anterior.
*Un esqueleto de
fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan
(Filipinas).
*El antropólogo
alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África
Central, huesos pertenecientes a individuos enormes. ¿Una comunidad de
diferente etnia?
*A 6 km. de
Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain
Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm y 4,2 kg. de
peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena
envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.
*Más
recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región
de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños
pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima
a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante
Goliat.
*Ciudad
megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos
de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una
antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de
altura. (Fuente: Portal Oculto)