En la mitología griega, las
Nereidas eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris. Se las consideraba
ninfas del Mar Mediterráneo, y como tales vivían en las profundidades del
Mediterráneo; no obstante, emergían a la superficie para ayudar a marineros que
surcaban los procelosos mares. Siendo los Argonautas los más famosos de entre
los que socorrieron mientras viajaban en búsqueda del vellocino de oro.
Simbolizaban todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar. Cantaban con
voz melodiosa y bailaban alrededor de su padre.
Se las representa como bellísimas
muchachas, ya sea con piernas humanas o cola de pez en su lugar, coronadas por
ramas de coral y portando el tridente de Poseidón, de cuyo séquito formaban
parte. Se aparecen a los hombres montadas en delfines, hipocampos y otros monstruos
marinos. Los griegos las adoraban en altares situados en playas y acantilados,
donde se les ofrendaba leche, aceite y miel. Las más célebres eran Tetis (mujer
de Peleo y madre de Aquiles), Galatea (amante de Acis y que enamoró al cíclope
Polifemo) y Anfítrite (mujer del poderoso Poseidón).