Publio Ovidio Nasón, poeta romano
nacido el 20 de marzo del año 43 a. C. en Sulmona, Italia, como él mismo dice,
en el país de los pelignos. Era caballero de rancia estirpe, de cuya antigüedad
se sentía orgulloso. Famoso sobre todo por sus obras Arte de amar y Las
metamorfosis, obra en verso en que recoge relatos mitológicos procedentes sobre
todo del mundo griego y adoptado por la cultura latina de su época. Su padre
fue propietario de fincas y murió a los noventa años, poco antes que su madre.
Su hermano había nacido exactamente un año antes que él y fue su compañero en
los estudios que realizaba en Roma sobre retórica.
En un principio para dedicarse al
derecho, pero fue dando muestras de sensibilidad poética en detrimento de la
elocuencia prosaica requerida en el foro. Su padre le reprochaba inclinarse a
unos estudios que no daban ningún provecho, puesto que el mismo Homero murió en
la pobreza.
Tuvo como maestros de elocuencia
a Higino, Arelio Fusco, originario de Asia Menor, y Porcio Latrón, de Hispania.
Compartió con su hermano la vida política hasta los veinte años, edad a la que
éste falleció. A la muerte de su padre, Ovidio se convirtió en heredero de
todas las posesiones, por lo que pudo vivir sin preocupaciones y viajar a
diferentes lugares como Atenas, Asia Menor y Sicilia, donde completó sus
estudios, dedicándose ya plenamente a la poesía.
A los 18 años, influido por
Tibulo y Propercio, escribió el poemario Amores, libro de elegías dedicadas a
una mujer llamada Corina, que probablemente nunca existió, aunque reúne
características de varios amores del poeta. Compuso después una tragedia
llamada Medea, que no se conserva, y las Epistulae Heroidum o Heroidas, que nos
presenta cartas supuestamente escritas por varias heroínas, como Medea o
Ariadna, a sus amantes. A éstas le siguió una trilogía formada por tres poemas
didácticos de tema erótico: Arte de amar, Remedios de amor, y Cosméticos para
el rostro femenino.
Tuvo tres esposas, con la primera
se casó muy joven, pero finalmente fue tachada de nec digna nec utilis, «ni
digna ni útil», lo que hace pensar que no pertenecía a su mismo rango social y
que no le dio hijos en su corto matrimonio. No se sabe a ciencia cierta a cuál
de sus dos primeras esposas se refiere como natural del país de los faliscos.
Su segundo matrimonio fue corto también, pero en éste tuvo una hija que le hizo
dos veces abuelo en sendos matrimonios. Las noticias sobre su tercera esposa,
Fabia, son mucho mayores. Con ella tuvo otra hija y por ella Ovidio sintió gran
cariño, una mezcla entre padre y maestro literario.
En esta época de su vida escribió
Las metamorfosis, epopeya en 15 volúmenes que recoge gran parte de la mitología
grecorromana, poniendo énfasis en las transformaciones sufridas por al menos
uno de los protagonistas, desde el origen del cosmos hasta la muerte y
apoteosis del emperador Cayo Julio César. La obra, que se conserva casi
íntegra, no solo fue una gran fuente de inspiración para autores posteriores,
sino que dio a los estudiosos un material único sobre mitología clásica. Otra
de sus obras de madurez fue los Fastos, inconclusa, donde Ovidio explica el
origen de los nombres de los meses y las fiestas del calendario romano.
No obstante su gran fama en la
época, un enfrentamiento con el emperador César Augusto en el año 8 a.C. lo
llevó a un exilio obligado a Tomis (hoy la ciudad de Constanza, en la actual
Rumanía), una ciudad ubicada en la costa oeste del Mar Negro, donde pasó el
resto de sus días. No se sabe a ciencia cierta por qué lo exilió; unos dicen
que porque estaba presente en ceremonias de adivinación donde se hablaba del
destino del emperador, otras por el tono erótico de sus poemas y la última y
más probable porque Ovidio tenía conocimiento de los devaneos amorosos de la
hija del emperador, Julia. Durante este período de exilio, Ovidio escribió
otras dos colecciones de poemas: Tristes y Cartas del Ponto.
Las llamadas Tristes comprenden
cinco libros, en los que Ovidio explica lo que le ha sucedido, defiende su
inocencia y hace una llamada de clemencia al emperador Augusto. En las Cartas
del Ponto o Pónticas se dirige a varios amigos para pedirles que aboguen por su
causa ante el César.
De la época final del poeta se
conservan también Ibis, un breve poema en el que maldice a un enemigo que
anteriormente había sido su amigo, y la Haliéutica, poema de atribución dudosa
del que se conserva sólo una parte y que trata sobre la pesca. Sus múltiples
intentos para que le perdonaran la pena fueron en vano y el poeta murió en
Tomis en el año 17 d. C., a la edad de 60 años.