Wallis Simpson, duquesa de
Windsor nacida Bessie Wallis Warfield; más tarde, por matrimonio, fue llamada
Wallis Spencer y después Wallis Simpson (19 de junio de 1896 - 24 de abril de
1986); fue una celebridad social estadounidense dos veces divorciada que se
casó en terceras nupcias el 3 de junio de 1937, con el príncipe Eduardo, duque
de Windsor, quien antes de su matrimonio había sido Eduardo VIII rey del Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y emperador de la India. El padre de
Wallis murió poco después de su nacimiento y junto a su madre viuda recibió el
apoyo de algunos parientes ricos.
Su primer matrimonio, con un
oficial de la Marina de los Estados Unidos, se caracterizó por varios períodos
de separación y finalmente terminó en divorcio. En 1934, durante el transcurso
de su segundo matrimonio, supuestamente se convirtió en la amante de Eduardo,
entonces príncipe de Gales. Dos años más tarde, después de la muerte de Jorge V
y el ascenso al trono de Eduardo VIII, Wallis se divorció de su segundo marido
y Eduardo le propuso matrimonio.
El deseo del rey de contraer
nupcias con una mujer con dos exmaridos vivos provocó una crisis constitucional
en el Reino Unido y sus dominios, que finalmente condujo a su abdicación en
diciembre de 1936, para casarse, según sus propias palabras, con «la mujer que
amo». Después de la abdicación, el antiguo rey fue nombrado duque de Windsor
por su hermano Jorge VI. Eduardo se casó con Wallis seis meses más tarde,
después de lo cual fue conocida formalmente como la duquesa de Windsor, sin el
tratamiento de Su Alteza Real.
Antes, durante y después de la
Segunda Guerra Mundial, muchas personas del gobierno y de la sociedad
sospechaban que el duque y la duquesa de Windsor simpatizaban con los nazis. En
el transcurso de los años 1950 y 1960, la pareja vivió entre Europa y los
Estados Unidos, disfrutando de una vida de ocio como celebridades sociales.
Después de la muerte del duque en 1972, la duquesa se recluyó y rara vez volvió
a ser vista en público. Su vida privada fue la fuente de múltiples especulaciones
y todavía sigue siendo una figura controvertida en la historia británica.