El mito de
Europa es una historia que confirma una de las aventuras que Zeus solía tener
muy a menudo, pues cuenta de cómo este Dios se las ingenia para poder
conquistar y unirse a la hija de Agenor y Telefasa. Europa era una mujer muy
bella y por su gran belleza, existían muchos personajes y héroes griegos que se
emocionaban sólo con pensar en poder compartir un instante con ella. Hubo un
instante en la vida de esta bella mujer en que se encontraba jugando con sus
compañeras en las orillas de la playa de Sidón probando su puntería en el tiro,
en las tierras en las que reinaba su padre.
Zeus logró
divisarla y se maravilló de tanta belleza junta en una mujer mortal, por lo que
decide enamorarla sea como sea. Zeus no quiere mostrarse tal como es por temor
a ser rechazado por su naturalidad, así que decide transformarse en un hermoso
animal con apariencia de toro blanco.
Zeus en forma de
este toro tenía una gran belleza, sólo con mirarlo, se podía maravillar
cualquier ser humano, debido a la forma tan peculiar que guardaban sus cuernos,
ya que éstos tenían una figura perfecta muy similar a la de una Luna creciente.
Así que este hermoso animal se acerca hasta la bellísima doncella Europa,
rindiéndose hasta sus pies con el afán de que la joven tome confianza.
Europa se acerca
poco, con temor, ante tal majestuoso animal. Al ver que éste se muestra muy
dócil, decide acariciarlo para finalmente subirse a su lomo; era lo que estaba
esperando Zeus para concretar su plan. En este momento, este gran Dios griego,
se levanta y parte en vuelo sobre todo el mar, llevándola tan lejos como le fue
posible, de manera que nadie puediera intentar rescatarla. Europa atemorizada
por tal situación, grita pidiendo ayuda y siempre sujetada firmemente,
agarrándose de los cuernos del toro; pero nada es posible para esta hermosa
mujer. Europa es entonces llevada hasta la isla de Creta, donde Zeus empieza su
plan de seducción y enamoramiento.
Todos buscan a
Europa, su madre y hermanos, toda su familia y su pueblo. Se encuentran
desesperados al no encontrarla en ningún sitio, en ningún lugar cercano.
Mientras tanto Zeus cumple su cometido con Europa, haciendo que esta unión sea
inolvidable para ambos, tanto así que incluso se menciona que cerca del sitio
de esta unión existió una fuente, que tras presenciar la unión, nunca más se
secó, y un árbol de plátanos, que nunca dejó de florecer ni perdió sus hojas.
De la unión que
tuvieron Zeus y Europa nacieron tres hijos, Minos, Radamntis y Sarpedón. Pero
como Zeus tenía su compromiso formal con Hera, no podía quedarse con Europa,
así que decidió recompensarla ofreciéndole tres regalos de gran valor e
importancia. El primer regalo es el que se conoce como Talo, que viene a ser un
autómata de bronce que se encargaba de cuidar las costas de Creta para impedir
desembarcos extranjeros. El segundo regalo fue un perro de caza, que nunca
perdía a ninguna de sus presas. El tercer regalo fue una hermosa jabalina que
nunca perdía su blanco, acertando siempre el objetivo de quien la haya lanzado.
Cuando murió
Europa, contó con todos los honores divinos que Zeus le había otorgado; así que
el toro que vino a ser el símbolo de un amor entre ambos, pasó a formar parte
de las constelaciones y por tanto a ser uno de los signos del zodíaco, Tauro.